CONCEPTO: ELEMENTOS ESTRUCTURALES DEL ROMÁNICO.

 


Desde un punto de vista técnico, el Románico no introdujo ningún elemento constructivo nuevo, pues todos tenían su origen o habían sido ya empleados en época romana o bizantina: muro, pilares, arco de medio punto, bóvedas, cúpulas, etc.

Tampoco los objetivos prácticos diferían de los de la arquitectura romana, pues lo que se pretendía era levantar construcciones monumentales, con estructuras sólidas y duraderas.

Sin embargo, si era nueva la forma de combinar los elementos arquitectónicos y de integrar en ellos a escultura y la pintura, para dotar a los edificios de un simbolismo adecuado a sus fines.

El material de construcción más empleado es la piedra y nos encontramos con una arquitectura de tipo abovedado. Se emplean las diferentes bóvedas que derivan del empleo del arco de medio punto como son la bóveda de cañón y la bóveda de arista.

En cuanto a la planta de los edificios se elige la planta basilical de cruz latina, que con el auge de las peregrinaciones va a dar lugar a las iglesias de peregrinación en las que las naves laterales se desarrollan por el transepto y envuelven la cabecera en lo que se llama deambulatorio o girola para facilitar el tránsito de los peregrinos.

La nave principal, más alta y ancha que las laterales, se cubre con bóveda de cañón reforzada con arcos fajones que ayudar a distribuir el peso hacia los pilares. Esta se separa de las naves laterales por medio de los arcos formeros. Las naves laterales son de menor altura, se cubren con bóvedas de arista. Por encima de las naves laterales se sitúan las tribunas, que a vez se cubren con bóvedas de cuarto de cañón.

Los ábsides y absidiolos, en la zona de la cabecera y brazos del transepto, se cubren con bóveda de cuarto de esfera.

El crucero se remata con cúpulas sobre trompas o pechinas que en el exterior adoptan la forma de un cimborrio por el que entra luz y aire, y además supone la unión simbólica entre la tierra y el cielo.

Los elementos sustentantes fundamentales son los gruesos muros y los pilares cruciformes y compuestos (pilar cruciforme al que se le añaden medias columnas). Los muros se refuerzan en el exterior con importantes contrafuertes que se disponen de tramo en tramo.

Las construcciones románicas presentan pocos vanos para no debilitar los muros. Son escasos y suelen estar abocinados y suelen presentar arquivoltas.

Las tipologías arquitectónicas más frecuentes con la iglesia y el monasterio o abadía.