LA CITA DE LA SEMANA 8

Willem de Kooning (Róterdam, 24 de abril de 1904 - Long Island, 19 de marzo de 1997) fue un pintor neerlandés nacionalizado estadounidense, exponente en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial del expresionismo abstracto, y dentro del seno de esta tendencia, de la action painting o pintura gestual —pintores de este movimiento fueron Jackson Pollock, Mark Rothko y Clyfford Still—; más tarde, de Kooning experimentó con otros movimientos artísticos.

Para él “la pintura no es sólo el objeto visual que llega a tu retina; es lo que hay detrás de ella y dentro de ella. No estoy interesado en abstraer o eliminar objetos, pinto de este modo porque así puedo introducir cada vez más cosas: drama, angustia, amor, dolor, una figura, un caballo...., mis ideas sobre el espacio. No importa si ves otra cosa distinta, lo que importa es que provenga de una pintura que posee su propia integridad e intensidad. La realidad como sentimiento o plasmar el sentimiento de la realidad”.
En todas sus pinturas intentó incorporar y estilo de vida inquieto y angustiado. “El arte no parece calmarme ni hacerme mas puro. La pintura es hoy en día una forma de vida, un estilo de vida”.
Mantenía el cuadro abierto a nuevas e inesperadas posibilidades para depurarlo de los atrofiados manierismos habituales. Ambigüedad y fluidez, aplicando ligeras capas de pintura, creando superficies frágiles y diáfanas, desarrollando las posibilidades anatómicas hasta el límite. A partir de numerosas correcciones, prolongaba esfuerzo por acabar y perfeccionar un cuadro que, a pesar de todo, siempre parecía inacabado y sujeto a posteriores rectificaciones. Entre 1949 y 1951 asumirá el reto de fragmentar la anatomía hasta convertirla en gestos espontáneos llenos de energía en su serie Woman.
“Jamás me interesó cómo hacer un buen cuadro. No trabajé en ellos con una idea de perfección, sino para ver hasta dónde podía llegar, con ansiedad y dedicación hasta el sobresalto, hasta el éxtasis quizás”.